Durante una actividad para un curso de business intelligence en el que se encuentran participando 2 de nuestros colaboradores, se planteó una pregunta que sin duda está en el pensamiento de toda la cadena de valor del sector en los últimos meses ¿Cómo vemos el futuro?
Definitivamente el futuro no es el mismo que muchos de nosotros teníamos proyectado en noviembre o diciembre de 2019 en planes comerciales o mercadeo, las reglas del juego cambiaron, también cambió la forma de pensar de nuestros clientes ahora mucho más conscientes de su vulnerabilidad, de la importancia de espacios y productos de calidad y a su vez con una marcada simpatía hacia las empresas con conciencia social y ambiental, la búsqueda de eficiencia, la necesidad de contar con experiencias de bienestar para ellos y su entorno incluso por encima del factor precio.
Esta adaptacion a la nueva realidad la viven hoy empresas que van desde el sector inmobiliario pasando por el sector de materiales y servicios para la construcción a quienes consultamos y gran parte de ellos coinciden en que el futuro depende (a pesar de la incertidumbre) de las decisiones que se tomen hoy a partir de estas modificaciones en la conducta del consumidor.
Algunas de estas decisiones radican en invertir en nuevas tecnologías que optimicen procesos, automatización, y para nuestra grata sorpresa ven en el valor de los datos una herramienta importante a la hora de tomar decisiones para el presente y futuro de las organizaciones que presiden.
Al hablar de datos vemos de todo, desde las organizaciones que no los recopilan correctamente, o que aun alojan la información recibida en tablas de excel (sin ningún tipo de gestión) o en informes gerenciales que en algunos casos quedan reposados en escritorios o correos electrónicos o el caso de otros que ven en los datos un capital invaluable para la correcta toma de decisiones, este segundo tipo de empresas tienen esta visión coinciden en que ven a su cliente como el centro de su mundo y su «customer jorurney» como un proveedor de información valiosa para sus procesos de mejora permanente y para una correcta toma de decisiones inmediatas, de corto, mediano y largo plazo.
Esto solo es un fragmento del uso de la data en los departamentos de mercadeo que es a donde esta enfocada nuestra línea de negocio, porque sin duda no es exagerado (y gracias a este curso lo reafirmamos) pensar en la data como el «nuevo oro» por las múltiples oportunidades de implementación para cada una de las áreas dentro de una organización es una realidad aprovechable realmente en este momento solo por unos pocos.
A esto hay que sumarle la importancia de vincular talento humano propio o outsourcing que aporte valor a las organizaciones en el proceso de aplicación, uso o mantenimiento porque ¿de que nos sirve tener los datos si no tenemos a alguien que les dé la correcta gestión que merecen?
Aquí el factor clave es el tiempo que se tome en corregir el rumbo y tomar decisiones entre ellas recapacitar en el verdadero valor que le estoy dando a la data que diariamente puede generar su producto o servicio y como puede usted aprender de ella. Porque en definitiva el futuro es de los valientes pero aun más en aquellos que son oportunos en actuar primero.